Por su sabor, su suavidad y sus propiedades nutritivas y depurativas, las alcachofas pertenecen al área noble de las frutas y hortalizas. Esta verdura es humilde, pero extraordinaria en el plato. Simplemente hervidas o al vapor, al horno, salteadas, en menestra o como guarnición, son simplemente inugualables en sabor y propiedades. Esta receta presenta las alcachofas salteadas como entrante, todo un lujo para el paladar.
Ingredientes, para cuatro personas:
Un kilo de alcachofas. Sus hojas deben ser firmes y verdes, bien cerradas.
Un limón.
Una cucharada de harina.
Aceite de oliva y sal.
Doscientos gramos de gambas, para saltear.
Dos dientes de ajo.
Elaboración:
Pelar las alcachofas elminando las hojas exteriores y cortando la parte superior. Dejar las alcachofas en la parte tierna, el corazón y sus hojas más claras. Trocear en cuartos y eliminar también, si los hubiera, los "pelitos" interiores del corazón. No eliminar la parte tierna de los tallos. Colocar los trozos cortados en agua con un chorrito de zumo de limón.
Poner abundante agua a hervir en una cazuela, añadir una cucharada espolvoreada de harina. Añadir las alcachofas y una cucharada de sal gorda.
Retirar cuando los corazones de las alcachofas estén tiernos. Si se utiliza olla rápida, medir el tiempo recomendado, con cuidado, para que no se deshaga la verdura.
Escurrir y reservar.
En una sartén o cazuela plana, saltear láminas de ajos con aceite de oliva, sin que lleguen a dorarse. Añadir las gambas peladas y dorar.
Añadir las alcachofas y saltear, moviendo la sartén o cazuela. Si se hace con cuchara, hacerlo con mucho cuidado para no romper la alcachofa. Servir.
Truco:
Las alcachofas pueden saltearse también con trocitos de un buen jamón, que no esté muy salado. Este plato tradicional de la huerta, de temporada, es un clásico de la cocina de la ribera navarra y riojana. Además, beber agua fresca después de comer alcachofas es un lujo para el paladar.