¿Qué tal una deliciosa y templada crema de guisantes? Mejor si son frescos, y se acerca ya la mejor temporada, pero si no tenemos la suerte de tener cerca el huerto, o de poder acudir a la tienda que los ofrezca, la alternativa del congelado es muy aceptable. La crema de guisantes es un plato de cuchara, pero también puede considerarse una receta dietética y muy apta desde el punto de vista nutricional. Sumamente sencilla, rápida y económica, pero no por ello menos valiosa en cualquier listado de menús. Nuestros amigos Belén y Patricio la bordan: Muchas gracias por la receta!
Ingredientes (para unas cuatro personas):
Tres cuartos de kilo de guisantes desgranados y frescos, si son naturales. Idéntica cantidad de guisantes congelados de calidad.
Una cebolla grande
Aceite de oliva
Agua depurada
Sal y pimienta, al gusto
Pan, si se desea acompañar por picatostes
Cómo se hace:
Colocar los guisantes y la cebolla pelada y cortada en cuartos en una perola, cubiertos con agua, pero no demasiado abundante.
Salpimentar al gusto.
Dejar cocer, con un chorretón de aceite de oliva, hasta que estén tiernos. Si se utiliza olla rápida o a presión, calcular el tiempo según indicaciones del fabricante.
Triturar, pasar por el chino, y servir.
Truco:
Unos picatostes de pan frito pueden ser el complemento ideal para este plato. También puede serlo unos aritos de cebolla "chip", no rebozada, simplemente frita a alta temperatura. Si se desea, se puede rehogar la cebolla antes de la cocción con los guisantes, lo que aportará un sabor más intenso a la receta.