Entrantes
Las bondades nutricionales de las espinacas son conocidas de toda la vida, incluso antes de que el famoso "Popeye el Marino" diera buena cuenta de ellas en los dibujos animados para convencer a los pequeños de que comer esta hoja verde es muy bueno para la salud. Como entrante, como acompañamiento, o para tener siempre a mano unas riquísimas espinacas salteadas, que nos acompañarán en guisos, rellenos y todo tipo de platos, esta receta es un básico de la cocina sin complicarse la vida. Fácil, simple y sanísimo, el plato merece la pena.
Ingredientes:
Un kilo de espinacas frescas y bien limpias, troceadas o enteras, según el tamaño de la hoja y el gusto del cocinero.
Dos dientes de ajo.
Dos cucharadas de aceite de oliva.
Sal y pimienta, al gusto.
Elaboración:
Calentar el aceite en una sartén honda o en un wok. Añadir los ajos picados.
Antes de que el ajo llegue a dorarse añadir las espinacas troceadas y darles la vuelta con una cuchara de madera, a fuego vivo.
Ir removiendo hasta que las espinacas se pochen y pierdan volumen. Salpimentar.
Conforme las espinacas se vayan cociendo irán perdiendo agua. Saltear hasta que la verdura esté seca y tierna. En total, el salteado no durará más de diez minutos.
Servir al gusto como entrante, acompañado por unos costrones o picos de pan, y como ingrediente para otras guarniciones o platos.
Truco:
Si se desea un plus de sabor, y no se pertenece al universo vegetariano, las espinacas pueden saltearse también con beicon o panceta ahumada. La cebolla picada, incluso, le da un toque de sabor muy especial a este plato. Una fórmula muy fácil con esta receta es mezclarlas con bechamel, para conseguir una sencilla y exquisita receta de espinacas a la crema.
