¡Receta estrella! No apta para vegetarianos. Un buen costillar de cerdo, carnoso y entero, asado al horno con soja y miel es sencillamente delicioso. El truco de este plato es el horneado lento, a baja temperatura, y buenos condimentos. El resultado es sencillamente espectacular, si quiere sorprender a sus comensales. Ideal como plato único, acompañado por una ensalada de leguchas variadas aliñada con vinagre balsámico. Esta receta ha ganado algún concurso culinario, y tenemos que agradecérsela a nuestra amiga sueca Norine.
Ingredientes, para cuatro o seis personas:
Un costillar de cerdo mediano entero. Es importante que no esté partido.
Sal gorda y pimienta negra molida.
Seis cucharadas soperas de miel.
Seis cucharadas soperas de salsa de soja.
Dos cucharadas de aceite.
Dos cucharadas de vinagre de vino o sidra.
Elaboración:
La víspera del asado, colocar el costillar en la fuente que luego se utilizará al horno y salpimentar. Reposar mientras se prepara la mezca del aliño.
Preparar la mezcla del aliño con la miel, la soja, el aceite y el vinagre en un recipiente. Batir hasta que sea uniforme.
Cubrir la costilla con esta mezcla, y dejar reposar en la nevera hasta el día siguiente. Si la fuente de hornear no cupiera en la nevera, llevar a un recipiente de otro tamaño.
Preparar un nuevo recipiente de salsa, que se dejará reposar, para el día siguiente.
Cuatro horas antes de la comida, precalentar el horno a potencia máxima, e introducir la costilla cubierta con su salsa y del lado más huesudo. A lo quince minutos, dar la vuelta al costillar, para que quede la parte magra hacia arriba, y bajar la potencia del horno a 150 grados.
Asar hasta que el hueso se separe de la carne y el conjunto esté tierno y dorado. Si es preciso, durante el asado, ir incorporando mezcla de la salsa previamente preparada, con el objeto de que el costillar no quede seco. Pasadas tres horas, incorporar un chorrito de agua al fondo de la fuente de hornear, para que la salsa, que se habrá caramelizado, quede suave y ligera.
Presentar entero, cortar por la "guía" de las costillas, y servir.
Truco: La carne agridulce de este costillar combina perfectamente con un puré natural de patatas o zanahorias. Como guarnición, una colorida ensalada de brotes verdes mezclados puede ser ideal. Si la ensalada contiene rúcula, el sabor a "nuez" que proporciona ese vegetal ofrecerá un contraste extraordinario. También puede tomarse "reposada", al día siguiente, si es que sobra en la mesa!!!!!