El invierno invita a poner sobre la mesa asados contundentes, aunque sanos y bien equilibrados en todos sus ingredientes. Proponemos para este arranque de año la receta para un suculento asado a base de pernil o jamón fresco de cerdo relleno o alabardado con queso y carne de membrillo. Los sabores se funden en este exquisito plato que hay que comer caliente y, a ser posible, en buena compañía y con ganas de repetir, porque esta receta es muy sencilla de cocinar, pero no deja indiferente a nadie. Es distinta, contrasta sabores dulces y salados, suaves y más contundentes, y no es pesada, porque la cocinamos con carne magra e ingredientes sanos y naturales.
Ingredientes:
Un buen filete de pernil o jamón, en su defecto magro o solomillo, abierto por lamitad como un libro, de tal manera que nos permita rellenar y luego cerrar sin ningún problema. Para cuatro personas, serán precisos dos filetes, de unos doscientos gramos cada uno.
Doscientos gramos de queso de cabra o queso sabroso, cortado en tacos gordos, de dos centímetros de espesor.
Cuatro cucharadas de dulce o carne de membrillo, que podemos comprar o elaborar de acuerdo con la sencilla receta de Mundochef.
Para adornar, unas rodajas de membrillo o manzana reineta, y unas castañas asadas al horno.
Sal, pimienta, y una cucharada de aceite de oliva.
Elaboración:
Precalentar el horno a 200 grados, mientras preparamos la carne.
Colocar los filetes de magro abiertos sobre una superficie plana. Podemos pedirle al carnicero que nos los prepare en forma de libro, o bien cortarlos por la mitad, en sentido longitudinal, con mucho cuidado para igualar el grosor del filete en toda su superficie.
Salpimientar y rellenar con el dulce de membrillo y los trozos de queso.
Cerrar o enrollar los filetes y bridarlos o atarlos con un hilo de cocina.
Marcar los rollos de filete en una sartén muy caliente o en la misma placa de hornear, con una cucharada de aceite de oliva. con cuidado, para que no se salga el relleno. Cuando estén sólo dorados o marcados, introducir la placa en el horno, y dejar asar durante unos veinte minutos, bajando la temperatura del horno después de los cinco primeros minutos de horneado.
Retirar el horno y dejar reposar.
Mientras tanto, dorar unas rodajas de membrillo o de manzana reineta en una sartén. Luego las colocaremos de adorno y guarnición del plato.
Cortar el asado por la mitad y servir caliente, con su adorno y guarnición.
Truco:
Este plato no precisa más acompañamiento que la propia fruta caliente, pero también admite un puré de patatas natural, triturado a mano o con tenedor y simplemente aliñado con unas gotas de aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta. Los jugos de la carne y el membrillo, que se carameliza por su azúcar, se mezclan en el horneado con el queso fundido, y el resultado es muy rico y sorprendente. Está recomendado para una comida de celebración, acompañado por un buen vino tinto.