Un buen helado apetece siempre y, además, es nutritivo y sano. Este helado casero de mango y yogurt es facilísimo de preparar y siempre puede estar disponible en el congelador para comer solo, con un poquito de nata montada, o en forma de sorbete, bien batido con unas gotas de leche. Puede tomarse como postre, con tentempié, a media tarde, o como "cortante", al estilo del sorbete, para separar los platos y sabores principales, durante una comida especial y copiosa. El truco es sencillo; consiste en que la fruta esté madura y dulce.
Ingredientes, para cuatro raciones de helado:
Cuatro yogures griegos o una tarrina de medio kilo.
Dos mangos bien maduros.
Dos cucharadas de miel. Si se prefiere un sabor más neutro, sustituir la miel por azúcar.
Elaboración:
Pelar y trocear el mango.
Colocar el yogurt en un vaso de batir, y añadir la fruta troceada.
Añadir la miel o el azúcar, al gusto.
Batir hasta que quede una crema suave y homogénea.
Colocar en un recipiente.
Introducir en el congelador. Transcurridas dos horas, batir de nuevo y volver a introducir en el congelador.
Servir solo, acompañado por nata y fruta, o en sorbete, en una copita alargada. Para hacer el sorbete, batir una porción de helado con una cucharada sopera de leche.
Truco: Este helado de sencilla elaboración puede realizarse también con frutos rojos, con un resultado sabrosísimo y especacular.