Está delicioso, es natural y muy sano, porque está elaborado sólo con productos naturales y a la manera artesanal, y sirve para elaborar todo tipo de postres y recetas de repostería. El cabello de ángel, o dulce de calabaza, es una receta tradicional, de la cocina más auténtica y de casa, hecho con un tipo de calabaza denominado "cidra" o zapallo gigante, y producto de lo que antiguamente se denominaba cocina de aprovechamiento, es decir, hecha con aquello de lo que se disponía y daba la tierra. Es fácil pero lento de cocinar, pero el resultado es excepcional, listo para comer casi con cualquier acompañamiento dulce, pero también sabroso y salado. Empanadas, empanadillas, tortas de alma, bayonesas o enseimadas, todos estos dulces reciben en su interior el dulce cabello de ángel, con sus láminas de calabaza caramelizadas.
Ingredientes:
Una calabaza de la variedad cidra o zapallo gigante.
Azúcar, en igual medida que la pulpa de la calabaza sin piel y pepitas.
El zumo de un limón.
Elaboración:
Cortar la calabaza en cuartos y hornear a 180 grados durante veinte minutos, sólo hasta que la pulpa se reblandezca.
Separar la pulpa de la piel y reservarla.
Poner a hervir agua y cocer la pulpa durante unos veinte minutos.
Escurrir, dejar enfriar y eliminar las pepitas. Con cuidado y con los dedos, ir separando las hebras de la calabaza, que estarán blancas, y colocarlas en un recipiente para pesar.
Pesar la pulpa limpia y escurrida.
Colocar la pulpa en una cazuela con idéntica cantidad de azúcar en grano y el zumo de un limón colado.
Dejar cocer muy lentamente, removiendo de vez en cuando, hasta que las hebras de la calabaza se separen y caramelicen, y el conjunto adquiera un bonito color dorado y el tacto sea meloso. Aproximadamente necesitará una hora de cocción a fuego muy lento, según el volumen de pulpa y azúcar.
Apagar el fuego y reservar. Se puede utilizar en recetas de repostería, con masas variadas, natillas o helado, o se puede esterilizar en tarros y mantener en conserva.
Truco:
El cabello de ángel está bueno con cualquier dulce, y es sencillamente insuperable si se rellena con él una placa de hojaldre, se unta un huevo y se hornea. También es delicioso para acompañar quesos fuertes, paté, o carnes rojas, ya que el contraste resulta muy sabroso.