Hacer una conserva casera es tan fácil como placentero es comerla un tiempo después, con todo su sabor y sus propiedades. En esta ocasión proponemos una receta de conserva casera en aceite, con un pescado azul, la caballa, que comprado en su mejor momento es económico y muy sabroso. Resulta muy sencilla de realizar, y su truco reside en realizar una buena esterilización del producto en su frasco, una vez "embotado" o "envasado", para luego aderezar ricos platos caseros. Pescado azul, sanísimo, y con todas sus propiedades, económico, sencillo, sano, muy sabroso y listo para consumir en cualquier momento y sin esfuerzo.
Ingredientes:
Caballa fresca. Pediremos al pescatero que nos la presente en lomos, sin espinas, y que nos elija las piezas más grandes y con carne más tersa. Es importante que el pescado sea muy fresco y su carne sea tersa y roja.
Sal marina gorda.
Azúcar.
Aceite de oliva.
Pimienta en grano.
Hojas de laurel.
Utensilios básicos: frascos de vidrio con sus tapes en perfecto estado. Es preferible que sean de boca ancha.
Elaboración:
Cortar los lomos de caballa en trozos de igual media que la longitud del frasco. Estos pueden ser de una altura aproximada de seis a diez centímetros.
Lavarlos y secarlos con papel de cocina, y colocarlos en una fuente adecuada para el frigorífico. Cubrirlos con una mezcla a partes iguales de sal marina y azúcar. Dejar en la nevera durante al menos doce horas para que pierdan parte de su humedad mediante la sazón.
Lavar los trozos de caballa, para eliminar la sazón, y secarlos con papel de cocina o un paño de algodón.
Marcar los trozos de lomo de caballa ya secos en una plancha o sartén muy caliente, con muy poquito aceite.
Preparar los frascos de vídrio y sus tapes. Introducir los lomos de caballa en sentido vertical, bien colocados. Poner en cada frasco unas bolas de pimienta en grano y una hoja pequeña de laurel, o media grande. Completar el tarro con aceite de oliva de buena calidad. Dejar medio centímetro sin llenar.
Limpiar el borde del frasco con un papel de cocina y cerrar con el tape de rosca, bien encajado y enroscado.
En una olla alta, colocar los tarros con un paño entre ellos, para que no se golpeen en la ebullición. Llenar con agua del grifo a temperatura ambiente.
Poner al fuego y lleva a ebullición. En cuanto empiece a hervir, dejar cocer durante 45 minutos.
Pasado ese tiempo, apagar la fuente de calor y dejar enfriar sin sacar de la olla, hasta que los tarros estén a temperatura ambiente. Sacar, secar, y conservar en un sitio seco, fresco y oscuro. La nevera puede ser un lugar adecuado.
Al tratarse de una semiconserva, podrá mantenerse en la nevera durante unas semanas. Una vez abierto el frasco, actuará como cualquier producto fresco.
Truco: La caballa en aceite está riquísima en ensalada con un buen tomate pelado y troceado. No son necesarios más ingredientes, más allá de unas sabrosas aceitunas negras, para disfrutar de un plato de lugo, aunque sencillo.