Arroces y pastas
El risotto es un plato típicamente italiano capaz de alegrar cualquier mesa. Si a esa receta se le añade un buen jamón de Ibérico o de Teruel y unos trocitos de foie, ingredientes procedentes de las despensas y las tradiciones española y francesa, estaremos ante un magnífico plato mediterráneo, que reúne todo el sabor y resulta más que apetecible. El risotto es contundente, y se puede servir como entrante o plato principal. Acompañado, simplemente, por unos aperitivos y una buena ensalada, el risotto puede cerrar un perfecto menú especial, de los que reúnen en torno a la mesa a la familia y a los buenos amigos. El arroz más indicado para esta receta es el "carnacoli", aunque también puede cocinarse con un buen grano de la variedad "bomba".
Ingredientes, para cuatro personas:
Cuatrocientos gramos de arroz "carnacoli".
Un litro de caldo de pollo.
Doscientos gramos de jamón ibérico o de Teruel en taquitos.
Cien gramos de foie "micuit"
Cincuenta gramos de queso parmesano rallado.
Una tacita de café de nata líquida.
Una tacita de café de vino blanco seco.
Pimienta molida.
Una cucharada de aceite de oliva suave.
Elaboración:
Calentar el aceite en una cazuela y sofreír el jamón, sin llegar a que se haga demasiado. Reservar.
En el aceite de la cazuela, sofreír durante un minuto el arroz, y añadir el vino blanco. Calentar hasta que se evapore el alcohol.
Ir "mojando" el arroz, poco a poco, con caldo caliente de pollo, mientras se le da vueltas con una cuchara. Será preciso ir añadiendo cazos de caldo conforme el arroz lo admita. Cocer así durante unos quince minutos.
Añadir los trocitos de jamón y de foie. Añadir también pimienta al gusto. Es 
recomendable no salar, porque el jamón y el foie proporcionarán el sabor sufienciente. Con todo, probar y rectificar si es necesario.
En el último momento, cuando el grano esté casi en su punto, añadir la nata líquida y el queso rallado. Mezclar con cuidado hasta que el queso quede fundido y el aspecto y sabor sean cremosos. Servir.
Truco: Si se desea "redondear" este plato, cortar unos trocitos de foie fresco, dorarlos sobre la plancha o la sartén y colocarlos encima del plato, una vez servido.
