Unos rollitos de jamón y queso empanados en su punto, sabrosos, calentitos y crujientes pueden convertirse en el más deseable de los aperitivos si se prensentan por sorpresa. Esta es una receta sencilla, rápida y fácil de realizar, pero tiene un truco, que consiste en hacer la fritura con buen aceite de oliva bien caliente, para que el empanado no quede pesado y el rollito esté verdaderamente crujiente y libre de grasa. La bien conocida combinación de jamón y queso es irresistible si se lleva a la mesa caliente, y gusta a todo el mundo. Estos rollitos son un buen aperitivo, o una cena completa, si se toman con una ensalada verde o unos tomates aliñados con aceite de oliva y una hierbas provenzales.
Ingredientes:
Jamón de york o jamón cocido en lonchas no demasiado finas.
Queso suave loncheado, del tipo que se desee.
Harina.
Pan rallado.
Huevos.
Aceite de oliva.
Elaboración:
Colocar una o dos lonchas de queso dentro de cada loncha de jamon de york y enrollar.
Cortar los rollos de jamón y queso en pequeños cilindros, de unos cuatro o cinco centímetros.
Pasar los cilindros por harina, huevo batido y pan rallado, por este orden, y cerrar con un palillo.
Freír en aceite de oliva muy caliente. Retirar en un plato con papel de cocina.
Servir.
Truco:
Estos rollitos están más ricos calientes que fríos, porque el queso estará fundido en el interior de un empanado crujiente y sabroso. Si se desea un toque muy sofisticado para este aperitivo o entrante, además de la loncha de queso suave puede colocarse en el interior de cada relleno un trozo de queso azul. El resultado es mucho más sabroso, aunque sólo para adultos.