Macarrones integrales con espinacas y champiñones, un plato sencillo y más que sano, apto para la buena mesa vegetariana, pero también para quienes no lo sean, y deseen añadir un poquito de beicon o panceta ahumada. Se trata de una receta cuyo único truco reside en respetar el tiempo de cocción de la pasta, ya que, generalmente, es superior al de la pasta refinada de trigo blanco procesado. Estos macarrones, de cultivo ecológico, poseen, además, la virtud de dar un sabor especial al plato. Su bajo índice glucémico permite, además, que este plato sea también ideal para todos aquellos que quieran seguir su dieta y guardar la línea. Sencilla, económica y sana, esta receta es del todo recomendable para arrancar la temporada con buen pie.
Ingredientes, para cuatro personas:
400 gramos de macarrones integrales. Se recomienda el uso de pasta de cultivo ecológico.
Una bolsa de hojas de espinaca limpias y cortadas. En su defecto, medio kilo de espinacas.
Doscientos gramos de champiñon es limpios y laminados.
Si no se mantiene una dieta vegetariana, doscientos gramos de beicon o panceta ahumada.
Un diente de ajo.
Sal y pimienta.
Cuatro cucharadas de aceite de oliva virgen.
Elaboración:
Poner abundante agua a hervir, con una cucharadita de sal. En cuanto alcance el punto de ebullición, añadir los macarrones y remover con una cuchara, para que no se peguen. Dejar cocer de acuerdo con las indicaciones el fabricante, hasta que la pasta esté "al dente". Escurrir, remojar con unas gotitas de aceite de oliva, para que no se pegue, y reservar.
Mientras la pasta se cuece, cortar el beicon en trocitos y el diente de ajo en láminas. Calentar el aceite de oliva en una sartén grande o en un wok, y añadir en primer lugar las láminas de ajo. Antes de que se doren, añadir el beicon y sofreír.
Añadir los champiñones y, pasados de tres a cinco minutos, agregar las espinacas y saltear.
Añadir la pasta y sazonar al gusto con sal y pimienta. Servir con queso al gusto. Es recomendable la variedad italiana Granna Padano, cuyo sabor intenso casa a la perfección con las espinacas y los champiñones.
Truco: Este plato resulta también riquísimo si se sustituye el beicon por gambas. Otra modalidad muy delicada del mismo se puede servir con trufa rallada sobre el plato, aunque, en este caso, es recomendable no añadir queso, para disfrutar el sabor de la trufa en toda su intensidad.