Presentamos una tarta salada o "quiche" de muy sencilla realización, original en sus ingredientes y deliciosa, porque las berenjenas y el queso de cabra casan a las mil maravillas en sus sabores y texturas. Este plato puede tomarse como entrante, como aperitivo, en una cena ligera o bien como principal, acompañado por una ensalada verde bien aliñada. Con una masa quebrada casera o ya preparada, de sencilla realización, con unos veinte minutos es suficiente para meter en el horno este suculento plato, que se toma caliente.
Ingredientes:
Una masa quebrada casera, de preparación sencilla en nuestra sección de "trucos", o bien una preocinada fresca, de venta en supermercados y establecimientos de alimentación.
Una berenjena.
Una cebolla roja, o dos, si son pequeñas.
Opcional (para recetas no vegetarianas), una pechuga de pollo asado. Se puede sustituir por trocitos de pulpa de berenjena asada.
Una taza de crema de leche o nata ligera para cocinar.
Un huevo.
Cuatro rodajas de queso de cabra de rulo.
Cien gramos de queso "enmental".
Sal y pimienta, al gusto.
Dos cucharadas de aceite e oliva virgen.
Elaboración:
Precalentar el horno a 180 grados.
Extender la masa y colocar sobre un molde redondo y protegido con papel vegetal.
Trocear la cebolla y rehogarla en una sartén. Reservar.
En la misma sartén, saltear la berenjena en rodajas, que previamente habremos reposado con agua y sal, y escurrido.
Preparar, en un recipiente aparte, el relleno con los siguientes ingredientes: la cebolla rehogada, la pechuga de pollo asada, o en su defecto unos dados de pulpa de berenjena rehogados, el huevo batido, el queso enmental rallado, la nata, sal y pimienta.
Rellenar la masa, y colocar sobre ella las rodajas de berenjenas ya doradas y las rodajas de queso de cabra.
Hornear, durante aproximadamente 15 minutos, hasta que la masa esté crujiente y hecha.
Truco: Esta tarta está riquísima recién hecha y acompañada con una ensalada de hojas de rúcula aliñada con aceite de oliva y vinagre balsámico de Módena o similar. El sabor ligeramente similar al de las nueces de la rúcula acompaña de maravilla a la berenjena y el queso recién fundido.