El bacalao es un pescado con grandes propiedades nutricionales. Procedente del Atlántico Norte, se puede adquirir fresco o en semiconserva, salado. En este caso hemos elegido un bacalao salado porque, una vez preparado, conserva un sabor especial, que le ha acompañado en centenares de recetas tradicionales. No necesita mucha cocción para que resulte jugoso y al horno, gratinado con patata, huevo y ajo, como en esta receta, es un plato "de primera".
Ingredientes, para cuatro personas:
Cuatro filetes de lomo de bacalao en salazón.
Dos patatas pequeñas.
Un huevo.
Un diente de ajo.
Aceite de oliva.
Un tomate maduro.
Elaboración:
Poner a desalar el bacalao 24 horas antes de su preparación y cambiar de agua al menos una vez durante ese tiempo.
Al día siguiente, lavar y pinchar las patatas con una puntilla y colocar en un tazón, tapado con papel film, en el microondas. Bastará con unos cinco minutos a máxima potencia, pero dependerá del tamaño y el tipo de patata. Pinchar para comprobar que están hechas y tiernas.
Elaborar un alioli con el huevo, el aceite de oliva y el ajo, con la batidora. Para ello, colocar el huevo en un recipiente, al que se irá incorporando aceite de oliva conforme vaya cuajando la salsa mahonesa. En cuanto esté hecha, añadir el ajo y triturar con la misma batidora.
Chafar las patatas con un tenedor y mezclar con el alioli. Reservar en frío.
Precalentar el horno a 180 grados.
Rallar el tomate despepitado y colocarlo en la base de una fuente de hornear. Colocar sobre éste los lomos de bacalao.
Cubrir los lomos con la mezcla de patata y alioli, e introducir al horno durante un máximo de 15 minutos. Servir.
Truco: El bacalao estará listo cuando, al resultar asado, desprenda un pequeño reborde de líquido blanco. Al servirlo, en el plato, se deshará en "lascas" y resultará jugoso. Es conveniente no pasarse del tiempo de cocción, para que resulte tierno y jugoso.