¡Garbanzos con sepia! Sí, un plato magnífico, para comer con cuchara, con apetito, y disfrutar de sabores intensos y sugestivos. Funciona por separado, garbanzos por un lado, y un suculento guiso de sepia, por otro, pero juntos se potencian, y forman uno de esos platos inolvidables. Esta legumbre, si es tierna y untuosa, marida perfectamente con el sabor a mar. Hagan la prueba, y repetirán con la cuchara.
Ingredientes (para unas cuatro personas):
400 gramos de garbanzos, preferentemente de la variedad "pedrosilla" o "sauco", de pequeño tamaño y muy tiernos tras la cocción
Medio kilo de sepia
Una cebolla grande
Azafrán
Un ajo
Una hoja de laurel
Aceite de oliva
Sal
Cómo se hace:
Poner a remojo los garbanzos la víspera, con un poco de sal. Escurrir al día siguiente, y ponerlos a concer con el ajo, la hoja de laurel y un chorretón de aceite de oliva.
En una cacerola aparte, colocar dos cucharadas de aceite, la cebolla cortada a láminas y la sepia limpia y troceada en pequeños cuadrados. Cocer a fuego muy lento y tapada, sin agua añadida, hasta que el conjunto adquiere un bonito color dorado.
Retirar el ajo y el laurel de los garbanzos, añadir unas hebras de azafrán y la sepia con todo el jugo de la cocción.
Emplatar y servir. Puede degustarse acompañado por un buen vino blanco frío.
Truco:
El guiso de sepia puede servirse por sí solo, acompañado por un simple arroz blanco cocido y escurrido. Resulta simple, pero delicioso. Los garbanzos pueden ser sustituidos por alubias blancas aunque, lógicamente, son otras legumbres y los sabores son distintos.