Si hay un plato convencional y auténtico en todas las casas es éste: Macarrones con tomate gratinados con queso. A los niños les encanta, pero también a los mayores, y admite todo tipo de variedades en el "relleno" de este clásico gratinado al horno. Buena pasta, buen tomate, buen queso rallado en el momento, y el éxito está asegurado. Se trata de una receta fácil de hacer, rápida, barata, sabrosa y muy nutritiva. Hay que agradecer a sus progenitores italianos la invención de este plato riquísimo, apto para todos los públicos.
Ingredientes, para cuatro personas:
400 gramos de macarrones.
Un kilo de tomates maduros.
Un trozo de queso enmental para rallar, o doscientos gramos de queso rallado.
Sal, azúcar y aceite de oliva.
Elaboración:
Cocer la pasta en abudante agua hirviendo, salada y con un chorrito de aceite de oliva. Generalmente, los macarrones se cuecen en diez minutos para que estén "al dente", pero es recomendable atender las instrucciones del producto. Escurrir y reservar caliente.
Mientras se cuece la pasta, despepitar y rallar los tomates. Calentar aceite de oliva en una sartén y poner a freír el puré rojo. Añadir un poquito de sal y dos cucharaditas de azúcar.
Mezclar la salsa de tomate con los macarrones en una fuente de hornear.
Cubrir con queso rallado y gratinar en el horno. Servir caliente.
Truco: Al sofrito de tomate se le pueder añadir un chorizo cortazo en trocitos, junto con un poquito de jamón. El resltado es más que sabroso y riquísimo, y nos traslada a los sabores tradicionales del hogar. Si se prefiere, en lugar de chorizo de puede completar con cebolla frita y atún. Resulta así una variedad bien distinta, pero riquísima. ¡Tres recetas en una! Macarrones gratinados con queso, macarrones con chorizo y jamón y macarrones con atún. Todos ellos, deliciosos y aptos para todo el mundo!